viernes, noviembre 26, 2004

OSCURIDAD

"Tengo en mí el poder de todos los mares, el viento huracanado que se ahoga en un grito. Ese poder no se escapará, está retenido por los pétreos sentimientos que me asolan. El día que débiles ellos dejen escaparlos, la inmensidad de mí caerá sobre la Tierra, sobre el mar y los volcanes, sobre el viento que lo llevará al monte de las verdades. Quizás allí encuentre el refugio de unos sueños inalcanzables, plácidos, dormidos. Tengo que escapar, dejar fluir estas ansias de libertad. Me encierro en mí mismo, sufro las consecuencias de mi propia inmadurez. ¿Acaso nadie puede aclarme el misterio frío que guardo en mis labios? La alegría es un estado pasajero, debajo de ella acechan siempre los agudísimos filos de la tristeza, hirientes, provocadores. La sonrisa no siempre esconde buenos sentimientos, es un arma de doble filo. La tristeza es sólo tristeza, en ella no subyace nada, el más oscuro y pesaroso sonido opaco. No entra la luz, no se oye sonido alguno, ¿puedes sentir cómo se hunde en tus entrañas? Quizás ahora no, porque vives engañado por la risa, pero siempre termina por florecer, como rosa negra, llena de espinas y dudas. Cae el invierno y todo vuelve a ser negro, oscuro como la nieve recién caída, oscuro como el fuego de la hoguera, que quema los labios de la inteligencia. Podré tener cientos, miles de cosas materiales. Pero no podré tenerte entre mis brazos, gracias no obstante, sin tí no pensaría todo esto, gracias oscuridad por haberme iluminado."